La Casa del Soldado de la Independencia


La Casa del Soldado de la Independencia

El Centro Cultural de España en Panamá se establece en el inmueble conocido como la “Casa del Soldado de la Independencia”, a un costado del paseo Esteban Huertas en el Casco Antiguo de la capital.

Aún no se ha podido determinar la fecha exacta de construcción de la casa actual; tampoco se conoce su dueño original. No obstante el tipo de decoración pseudorenacentista de la fachada hacia el paseo Esteban Huertas, con sus elaboradas pilastras y floridas ménsulas, sugiere una fecha de construcción entre 1910 y 1920, década en la cual este estilo se difundió con muchas variantes por todo el Casco Antiguo.

Lo que sí consta es que en 1925 se instaló allí la Sección de Arqueología e Historia (posteriormente Etnología e Historia) del Museo Nacional, proyecto de Octavio Méndez Pereira, en ese entonces Secretario de Instrucción Pública. Como institución, el Museo Nacional fue establecido 27 de junio de ese mismo año; anteriormente solo existía una pequeña exhibición instalada en los predios del Instituto Nacional. Las salas de historia y etnografía tenían una valiosa colección de arte prehispánico que hoy forma parte de los fondos del Museo Antropológico Reina Torres de Araúz.

En los años treinta, el Museo Nacional fue trasladado a una nueva sede en La Exposición, y la casa fue cedida a una asociación de supervivientes de la gesta de separación de Colombia en 1903, conocidos como “Soldados de la Independencia”, quienes instalaron una pequeña exhibición.

En los años noventa, la exhibición fue removida y la casa fue transformada en la sede de la Dirección Nacional del Patrimonio Histórico. Allí quedó hasta su traslado a Albrook.

La casa, que estaba abandonada desde hace aproximadamente cinco años había sufrido un proceso de deterioro por las filtraciones y el agua de las lluvias había avanzado hasta el punto que todas las estructuras de madera (ante todo los pisos y escaleras) estaban inservibles y no podían ser rescatadas.

Aun sin el abandono y las consecuencias del vandalismo, la muralla colonial siempre había sido un foco importante de humedad, cuyos efectos se reflejaban en el deterioro de la estructura de hormigón (pilares y vigas) adosada al paramento de la misma.

Para su rehabilitación, que se hizo en base al proyecto del Arq. Eduardo Tejeira Davis, perseguía los siguientes objetivos:

– Recuperar la apariencia exterior original del inmueble, para lo cual se restauraron las fachadas, se restituyó el techo a cuatro aguas del mirador y se demolieron las baterías de baños en los balcones.

– Lograr un ambiente interior similar al original, con pisos de madera.

– Desarrollar toda intervención interior evidentemente distinta a la original con materiales modernos y poco agresivos (acero y vidrio).

– Resaltar el valor de la muralla colonial, que colinda con la casa y que en su momento no se apreciaba.

La recuperación de la casa según el programa necesario para un centro cultural presentó varias dificultades. La instalación de un ascensor dentro del edificio, por ejemplo, obligó a replantear la posición de la escalera, que además era demasiado estrecha en su forma actual.

Al final, el traslado de los baños al interior se aprovechó para conjugar los tres elementos más difíciles y exigentes (ascensor, escalera y baños) de una manera más funcional.

Para que la casa se integrase óptimamente al espacio público se contó con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas que adoquinó el espacio que la separa de la plaza de Francia y demolió la estructura de hormigón anexada a la muralla colonial que desvirtuaba la misma; de esta manera se ha obtenido un espacio cultural al aire libre que pone el valor, no solo el edificio, si no todo el entorno de la Plaza de Francia.

La rehabilitación, que ha llevado a cabo la empresa Arquitechne SA, ha contado con el apoyo de la Escuela Taller Panamá, ya que sus alumnos, alumnas y profesores han sido los encargados de restaurar e instalar las barandillas originales de hierro fundido y de reproducir e instalar las carpinterías exteriores.

En la década de 1760 se inició una reconstrucción de todo el flanco este de las fortificaciones de la península conocida como Chiriquí. En el sitio donde hoy se yergue la “Casa del Soldado de la Independencia”, la muralla y su adarve fueron enderezados y se inició la construcción de una larga hilera de bóvedas, las cuales quizás se hallen ocultas tras el actual revestimiento de piedra; esto lo testifica el ingeniero militar Agustín Crame en su plano e informe de 1791.

Basándonos en esta hipótesis, se hicieron unos primeros estudios con la empresas AYESA y con el MOP, más tarde, la empresa AIDICO hizo exploración geofísica del subsuelo del Paseo de Esteban Huertas mediante georradar de la cual se pudo extraer como conclusión que se ha obtenido una detección parcial del conjunto de bóvedas del paseo Esteban Huertas.

De la zona donde se encuentran las bóvedas abiertas, se pudo concluir que la detección de bóvedas existentes se producía de forma parcial, ya que solo se localizaron 6 de las 7 bóvedas presentes en dicha zona. Basándonos en lo anteriormente mencionado, se concluye la presencia de 2 bóvedas al principio del paseo. A partir de los 17 metros de longitud de perfil se observa una fuerte reflexión situada a un metros del pavimento, esta fuerte reflexión en dicha cota donde deberían estar las dovelas y claves de las bóvedas hace pensar en que se ha producido un relleno de materiales densos, probablemente pesados, que han acabado por colapsarlas. En un futuro se espera poder seguir con la investigación, ya que recuperar ese espacio histórico abovedado sería un gran aporte al valor histórico y monumental del Casco Viejo.